Imagina...

Con el paso de los años se dio cuenta de que no era extraña esa forma de sentirlos y hasta de quererlos. No era nada raro que su cabeza acompasada siguiera el ritmo que sus pies marcaban incesantemente como dos plomos que dejaban claro al suelo cómo había que moverse. Muchas veces agitaba el pelo y sus rizos se parecían más a un ovillo de lana que a un pelo recién peinado y jamás le importó el idioma, porque aquellas armonías eran tan perfectas, estudiadas y delicadas que construyó con ellos un lenguaje propio, único. Al prinpipio le resultaba extraño que tanta gente de su edad no entendiera aquellos gustos, aquella pasión por algo que veían tan lejano a su tiempo, tan ancestral para aquellos que no saben ver más allá de las modas que como un terrible tsunami van moviendo a las masas poco a poco. "Están pasados de moda" era la frase más habitual. Pero no le importó lo más mínimo, le bastaba escuchar una nota para darse cuenta de por qué no debía importarle, de por qué llevaba tantos años soñando y deseando haber vivido en aquellos tiempos en que "estaban de moda", en aquella época de tan importantes cambios y movilizaciones sociales, de lucha y unión por acabar con la injusticia, en aquellos tiempos en que las canciones llevaban algo más que una letra comercial, y se convertían en verdaderas armas de combate, en símbolos de unión en momentos tan revueltos en los que sólo podían imaginar...

Corazón Coraza

Sintió un cosquilleo en el estómago, las manos le sudaban y podía sentir cómo le vibraban hasta las puntas de los pies. Podía notar su corazón recorriendo de extremo a extremo todo su cuerpo, cada pierna, cada brazo, incluso el ombligo, hasta llegar a la punta de cada pelo ondulado de su larga cabellera enrojecida ahora por el sol de Agosto.
Se despertó de golpe, tenía todavía a Mario Benedetti entreabierto en sus manos, apoyado en su pecho, como una muestra de la larga noche que había pasado. Se sentó en la cama y con las manos apoyadas en su nuevo colchón posó el pie derecho en el suelo, muestra ahora de sus supersticiones obsesivas. Fue en ese instante cuando notó cómo su viejo marcapáginas se clavaba en la planta de su huesudo y estrecho pie.¡Mala señal!, pensó, y se agachó para recogerlo justo cuando el cuco de su reloj, marcó las 9. Era la hora, y sin más echó a andar haciendo frente a cada uno de sus miedos, que se iban quedando atrás en el pasillo para esperarla, igual que su libro esperaba cada noche a la pequeña y dulce corazón coraza.

Respirar

Todos necesitamos respirar, y no me refiero sólo a inspirar y espirar o al incesante sístole y diástole del corazón, sino a respirar profundo, a tener un "respiro" que suele decirse. En el vaivén de los días, en el bamboleo de las noches, en el balanceo del mundo que nos rodea todos tenemos que parar, y sí, digo tenemos y lo impongo como una obligación y es que ya lo dice el delicioso Kit Kat con su ya mítico eslogan "have a break" : tómate un respiro (sea con chocolate o sin él).

El problema de respirar es lo que cuesta a veces, y no sólo por los humos y toxinas que conviven con nosotros y forman parte de nuestro organismo como si fueran ya un miembro más de nuestro aparato respiratorio. Más bien me refiero a los humos espesos, a las barreras infranqueables que a veces nos hublan la vista y nos impiden ver lo que nos rodea, como a auténticos miopes, sólo que ni siquiera las gafas nos permiten ver con más nitidez. Es a esa ceguera a la que me refiero,y como podeis ver, las consecuencias de no respirar afectan incluso a la vista. Pues bien, aunque podamos pensar que ni el mejor oculista nos puede devolver la visión, creo que somos nosotros mismos con nuestro "have a break" los que podemos recuperar incluso la visión nocturna, sí sí, incluso podríamos conseguir ver a través de las cosas, como si tuviéramos rayos X en los ojos, como si de pronto nos hubiésemos convertido en auténticos super héroes de comic de acción. He aquí el quid de la cuestión, el obstáculo mayor, el salto del potro de la clase de gimnasia, y es aquí donde todos tenemos que decir STOP, paremos, pensemos, analicemos y actuemos, pero sobre todo disfrutemos, porque hablando de frases míticas, no puedo dejar de mencionar el archiconocido "Carpe Diem" que tan fácil de entender y difícil de aplicar resulta (al menos a mí). Será precisamente en el instante en el que logremos "aprovechar el momento" cuando por fin podamos parar las máquinas,el ruido, el mundo y nos bajaremos de él para mirarlo desde otra perspectiva innovadora, crítica, fuerte, y respiraremos no ya por obligación sino porque realmente nos sintamos mejor.

Escribiendo

Escribiendo uno aprende a conocerse, a analizarse, a expresarse, a sentirse, escribiendo uno enseña lo que piensa, lo que tiene, lo que quiere...
hace ya tiempo que no escribo nada, y puede que necesite un pistoletazo de salida que me lleve a correr entre las letras y las historias, y creo que este blog es un buen inicio aunque tal vez no sesa la meta.